La Radiofrecuencia consiste en la aplicación de ondas electromagnéticas de alta frecuencia sobre la piel que provoca el calentamiento controlado de las diferentes capas de la dermis, lo que favorece:
Entre las múltiples ventajas de la radiofrecuencia, destacamos:
Gracias al calor de la radiofrecuencia, se mejora la firmeza y elasticidad de la piel, así que además de eliminar la celulitis, también combates las arrugas y las estrías.
Es una técnica rápida, segura, cómoda e indolora, por lo que es ideal para quienes no quieran pasar por la liposucción. De hecho, muchos pacientes aseguran que les resulta un tratamiento muy relajante, hasta el punto de quedarse plácidamente dormidos durante la sesión.
Favorece la síntesis de colágeno, elastina y ácido hialurónico, un proceso natural que va perdiendo fuerza con el paso de los años. Mediante la aplicación de calor, logramos estimular los tejidos conectivos, haciendo que se vuelvan a producir estas tres sustancias indispensables para lucir una piel tersa y luminosa.
Ayuda a la eliminación de líquidos y toxinas acumulados en la zona tratada, mejorando así el funcionamiento de tu metabolismo. Todo es gracias a la aplicación de calor en las capas más profundas de la piel, para animar tu recambio celular.
La radiofrecuencia proporciona resultados inmediatos desde la primera sesión. Además, sus efectos son a largo plazo: ¡pueden durar hasta 2 años!
El tratamiento de radiofrecuencia puede ser utilizado en combinación con otros tratamientos de medicina estética y con el seguimiento de dietas específicas.
Los resultados de este tratamiento estético son visibles desde la primera sesión. Notarás una reducción significativa de volumen y una mejora rápida de la elasticidad y la firmeza de la piel.
Se puede complementar con otras técnicas estéticas en tratamiento de manchas, arrugas, eliminación de venas en la cara, etc.
